Esta casa única en California incorpora elementos espirituales: desde una geometría perfecta para la flor de la vida en la puerta y un calendario solar incrustado en el suelo, imitando un camino con forma de número ocho. Con la luz del sol, que entra por una claraboya se puede saber en mes nos encontramos.
La propiedad, de casi una hectárea de terreno, cuenta con plantas autóctonas, además de un huerto, con bonitas vistas a los cañones. La vivienda tiene casi 350 m2 con habitaciones de gran tamaño para que entre la luz y disfrutar de las vistas.
En la planta baja, el salón cuenta con vigas de madera vistas y suelos de piedra. Una escalera de caracol de metal organiza la vivienda. El dormitorio principal tiene una terraza privada y vestidor.




