Los españoles somos los que más gastamos en comer fuera. Casi un 15% de los ingresos mensuales de un hogar. Esta cifra contrasta con el 7% que destinan los británicos o el 3% de los alemanes. En Francia, una de las capitales mundiales de la gastronomía, la proporción de gasto en restauración por persona es sólo del 5%.
El apetito creciente en el mercado de la restauración genera gran demanda de locales dedicados a este fin. Dichos negocios tienen que adaptarse a las nuevas tendencias. El consumidor es cada vez más sofisticado y exigente en lo que espera de una comida o cena fuera de casa, por tanto, los nuevos conceptos de restauración tienden a reflejar esta realidad.
Pero, nuestros gustos a la hora de elegir restaurante han cambiado.
Hoy en día, los nuevos espacios de restauración se basan más en actitudes sociales que en el tipo de comida que ofrecen: se valora más la experiencia que la cocina.